miércoles, 3 de agosto de 2011

Nostalgia de la historia Universitaria a más de 50 años de las luchas estudiantiles

Los pilares de la universidad no son rectores o burócratas institucionalizados, son la base social que emerge en un estallido común por justicia social, por la justicia universitaria, por autonomía y derecho a la libertad de expresión y de asociación, demandas justas para un mundo justo. No sólo son restos o sedimentos de la lucha histórica, son más que eso, son conquistas históricas de la sociedad poblana y la juventud universitaria que había logrado apaliar la intransigencia del estado, el autoritarismo y una mayor representatividad en la universidad como estudiante Universitario, con derechos que velaban por una mayor justicia universitaria, democratización y autonomía de la universidad, siempre velando a favor de los intereses de los estudiantes que son el pueblo y por ende estos triunfos son y fueron triunfos colectivos. Estos procesos históricos no son solo cuerpos cuya historia consume el tiempo. Siguen vigentes en la memoria del pasado y en los campos de primavera que germina con la semilla revolucionaria.


Son la lucha de miles de hermanos que en el pasado trenzaron la rebeldía universitaria, concientes en que desempeñaban un factor decisivo en los procesos dinámicos de transformación social, emergieron como actores sociales, luchando por un mundo mejor, por un mundo más justo, por una sociedad equitativa, compañeros que trascendieron su tiempo a partir de sus luchas y demandas. De sus conquistas y de sus fracasos, de los muertos que tapizaron el camino, como flores en día de muertos, hacia la ofensiva final. Y las consignas cobraron vida “universidad libre la lucha sigue” “Triunfo o muerte”.


Tantos y tantos vieron caer a tan grandes mortales, y estos nunca lograrían ver la victoria estudiantil.


Sobre el aparato represor, luchas interminables que derrotaría en varias ocasiones al gobierno fascista.


Sabemos que nuestra universidad fue el escenario de luchas interminables, entre la derecha y la izquierda, y que son los universitarios los que definieron y dieron paso al triunfo universitario a la izquierda poblana y mexicana de aquellos días, gracias a ell@s a quienes silenciosa y heroicamente combatieron hasta el final, de esa generación mas conciente de su tiempo, que lucho por darnos una “Universidad del Pueblo” “Para el Pueblo” “Por el pueblo” aunque desgraciadamente hoy sus conquistas estén olvidadas y el órgano universitario sean leyes muertas que solo sirven para controlar y administrar la universidad, para reprimir a las asociaciones estudiantiles, colectivos, círculos, etc. Hoy parece que murió el órgano universitario, la Universidad ya no es lo que era antes, se perdió el derecho al voto universal, hoy ese voto es cuasimodo, ósea nada, luchas históricas de ese ayer que se perdió en el firmamento. No tan lejano, pero tampoco tan cercano, sabían bien que luchaban por un futuro digno que heredarían las siguientes generaciones. Lo que no sabían es que estas generaciones estarían politizadas. Esa barbarie de la modernidad, os a exterminado lo poco que existen de conciencia de clase y deja el sabor amargo en la boca, Victorias que saben a derrota, sueños perdidos en el horizonte, vida que se esfuma con el pasar de los años, flores secas o marchitas que atiborran en los puestos administrativos. Autoritarismo y purgas estudiantiles es el pan de cada día.



Llora que llora la llorona, por sus hijos perdidos, por la muerte de la democracia, por la mutilación mental y el avasallaje capitalista. El luchar día a día, es sinónimo revolucionario, es ir al encuentro histórico, es continuar corriendo el velo del silencio y del olvido. Su redescubrimiento de los movimientos estudiantiles, es elemental pero no es determinante, lo importante es levantarse como coparticipe en la reconstrucción del tejido social, de construir un camino distinto al implantado por el aparato de estado, de trenzar la rebeldía histórica siendo un factor decisivo en los procesos de cambios y transformaciones sociales, hay que acabar con la apatía de nuestros tiempos, el cambio no llegara con sueños guajiros utilizados por los partidos políticos, por el aparato de estado o por la oligarquía dominante, demagogia tras demagogia, hipocresía humana que habla de igualdad y justicia, siendo juez y parte en la impartición de injusticia social, que podemos esperar de ellos.



Hay que enterrar al miedo y la desmemoria con que quisieron sellar la historia de injusticias, sus asesinos y desaparecedores no pasaran. La historia es nuestra y la historia la hacen los pueblos.



A más de cinco décadas de lucha Estudiantil Universitaria, los estudiantes seguimos pidiendo nuestro nicho como actor social, ya no más sin nosotros, no estamos muertos. Revivimos como flores en primavera, y día a día somos más los que despertamos de nuestro profundo letargo. Hagamos lo que tengamos que hacer y saber lo que tengamos que saber, busquemos la lucha desde nuestras trincheras, hagamos nuestras las cosas que son nuestras; “somos Pueblo” “por otro mundo posible”


Nosotros, los jóvenes hoy, venimos a levantarnos, donde nuestros padres dejaron, las banderas de lucha, todos somos Magonistas, todos somos Zapatistas. “Viva la revolución cultural”




“Hay que levantar nuestra voz y trascender como actor social”




“La cultura es nuestra arma, las juventudes nuestro grueso y la historia nuestro aliado”





¡Hasta la Victoria Siempre!




La juventud sigue creciendo, esa juventud revolucionaria que no entiende de dogmas sino de hechos concretos… la historia es nuestra, “somos pueblo”.

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